La trampa.
En un mundo como el mío, es fácil perder la cabeza y mas cuando al perderla te sumerges en un rio de pasiones desenfrenadas, sensaciones que difícilmente la condición humana deja pasar por alto. No recuerdo la ultima vez que tuve la conciencia tranquila… lo que si recuerdo con mas que lujo, son tus labios entrelazándose a los míos. Creí era una travesura sin importancia, pero te fuiste metiendo, coqueteándome convenciéndome de que no pasaría de un juego entre labios. Estabas justo frente de mí, tocándome el rostro con los ojos y mis caderas con tus manos… pronunciaste unas cuantas palabras, pero mi mente divagaba entre el sabor de tus
Hay 321 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse