Amiga, no sabes cuanto siento lo que ha pasado y aunque tengo una idea del dolor que debes de estar sintiendo en el fondo se que nunca podré comprender la extensión de ese dolor, de esa perdida de la misma manera que tu la has vivido.  =mas= No sabes cuan feliz me hizo la noticia de saber JM venia. Supongo que esa felicidad no se puede comparar con la que tuviste tu con tu esposo pero te aseguro que lo que yo sentí fue algo legitimo y cargado de un cariño tan fuerte como el que te tengo a ti, sobre todo por que sabes tan bien como yo que ese momento, el de tu maternidad, yo ya lo había vivido en un mundo que era el de un hada que hice para ti. Por eso lo que pasó fue tan duro para mi también, por que en todo momento supe lo que eso significaba para ustedes. Hoy he leído con tristeza que el sentimiento de pena todavía te embarga, que aun la tristeza esta en tu corazón y que extrañas a aquel que Dios decidió llevarse de tus brazos… Y supongo que ese es un sentimiento natural.   Pero amiga linda, quiero devolverte la lección que me diste tu un día cuando yo no entendía por que las cosas tenían que ser como estaban siendo,  cuando sin querer yo pedí algo que no me podías dar. Cuando me metí a un mundo que era de dos pero que nunca fue ni tuyo ni mío… quiero devolverte la lección de la fuerza de la imaginación, de la fuerza que yace en los recuerdos, allí en el mundo que haces dentro de tu cabeza.   En ese mundo amiguita linda, JM juega contigo, agarradas ambas de  la mano. En ese mundo JM te dice mamá y tu la ves ensuciarse su pequeño vestido rojo con la papilla que tu amorosamente 

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