Termina la ronda de comodines en la NFL, con una ENORME sorpresa el sábado, y resultados que al menos en opinión de un servidor, son relativamente normales. Ahora nos preparamos para ver la ronda divisional, en la cual veremos a los equipos con mejor record (que no necesariamente son los más fuertes) enfrentar a los “sobrevivientes” de la ronda de comodines. Y como se demostró en esta primera semana de eliminatorias, todo puede suceder en playoffs. Pero por ahora, los invito a que le demos una revisada a estos primeros juegos de playoff: =mas= SANTOS 36, HALCONES MARINO 41 La sorpresa del año, y yo diría que la mayor sorpresa en muchos años (sólo quizá por debajo del triunfo de los Gigantes sobre los Patriotas en el Superbowl del 2007). Nueva Orleans no solo llegaba como el amplio favorito para este partido, incluso estaban haciendo bueno el pronóstico durante el primer cuarto, avanzándole a placer a una defensa de Seattle que no encontraba la fórmula para frenar a los de dorado y negro. Los Campeones estuvieron por encima de los Halcones Marinos por 10 puntos en un par de ocasiones, e incluso le robaron un balón a Hasselbeck al principio del encuentro, por lo que se antojaba la victoria sencilla que se vaticinaba. Vaya: incluso cuando Seattle se fue arriba por 4 puntos, en el medio tiempo, pocos estaban preocupados por la desventaja, pues Santos había demostrado potencial para remontar peores déficits. Pero cuando Seattle comenzó a despegarse, y Nueva Orleans a fallar ofensivamente, las cosas se pusieron de veras feas. Pero no fue sino hasta después de colocarse a una anotación, y que Lynch respondiese con un acarreo de más de 60 yardas, que de verdad se empezó a sentir en el ambiente la posibilidad de una sorpresa mayúscula e histórica. ¿Qué ocurrió ayer? ¿Cómo es que un equipo con marca perdedora, y con personal técnicamente inferior a su rival, haya derrotado al claro favorito…? Creo que la respuesta se encuentra principalmente en un par de factores: el primero: Santos se confió. Ya mencionaba yo que incluso con la desventaja al medio tiempo, ni Sean Payton ni sus muchachos se notaban preocupados, lo que es bueno, pero tiene su lado malo, cuando se cae en el exceso  de confianza, como creo que sucedió. Santos permitió hacer su juego a Seattle, confiados en que “podían remontar en cualquier momento”, y pagaron las consecuencias de su soberbia. Por otro lado, está el gran mérito de los Halcones de haber preparado magistralmente su partido (Pete Carroll es un muy buen coach, pero le ha faltado dar el paso grande en la NFL, a pesar de haber sido un entrenador exitosísimo en colegial. Tal vez Seattle sea su oportunidad de triunfo en la NFL, y por lo menos ayer dio un gran paso). Pero más que eso, pienso que Halcones Marinos enfrentó este encuentro sabiendo que no tenían nada que perder. Santos los dejó crecerse, y lo aprovecharon; el público se volcó sobre su equipo, y los jugadores simple y sencillamente se entregaron a la euforia de haber derrotado a los Carneros, después de ser marcados como no-favoritos. Si Carroll es capaz de mantener y aprovechar esa motivación y ánimo, Seattle será un gran dolor de cabeza en la Nacional, y por lo menos ahorita ya cepillaron a mis “gallos” para el Superbowl en la Nacional. Prueba de que en esta liga nada está escrito. ¡Felicidades a los 3 aficionados de Seattle, y hay que seguir de cerca a este equipo, que puede ser una sorpresa…! JETS 17, POTROS 16 Tal y como un servidor lo vaticinó, Mark Sanchez se repuso de un pésimo partido, para darle la victoria a su equipo en los últimos minutos del encuentro. Sufrido como me lo esperaba, este resultado

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