11. Cultivo cada día la admiración como una vía del enriquecimiento personal, admirar a otros nos educa, nos da la oportunidad de inspirarnos para ser mejores cuando a quien admiramos es ejemplo de verdad, cuando alguien da la vida por lo que piensa y es ético, cuando aporta a todos lo mejor de sí mismo. 12. Cultivo la seguridad en mí mismo, porque una vez fijado el rumbo, seleccionado el camino para llegar a la meta, es menester la disciplina, la constancia hasta perseverar en mis objetivos. Sólo la fe en mí, absoluta y constante, hace posible el éxito. Quien cambia continuamente de rumbos o de metas, no tiene destino. Quien es capáz de continuar hasta el final, sí llegará a la meta. 13. Mi seguridad y convencimiento personal para conseguir mis aspiraciones, brotan de mi madurez emocional y mental, de mi necesidad de satisfacer mis aspiraciones, de mi vocación de autorrealización, de mi conocimiento de mí mismo y de mi compromiso personal. 14. El poder está dentro de mí. De mí depende seguir adelante, de mí depende seleccionar mis metas, de mí depende no cambiar el rumbo, de mí depende mantenerme en disciplina, de mí depende tomar todas las decisiones,

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