Aferrada a mis dos compañeras, soledad y ansiedad, esperando a aquél que sé no llegará y no es porque intente hacer un acto de magia de algo que es imposible e irreal sino porque el hecho de pensarte sin siquiera saber qué piensas tú, provoca en mí una absurda emoción y alucinación, fantasías e ilusiones sostenidas de un te amo que dijiste una vez. Y te busco en un paisaje del cual no emerges porque no existes y te siento en un espacio el cual no habitas porque no es tuyo, no eres tú aquí y no soy yo allá, aún así mi iluso corazón te espera en aquél lugar que tú no conoces y no sabes que yo formé para ti. Mis manos ansiosas por recorrer tu piel y mis labios aún inquietos por sentir los tuyos, mis ojos se cierran para ver aquél día que aún no se escribe en ningún destino y que las estrellas no han aprobado; pero te espero como la primavera espera el reverdecer de los hermosos campos. Y te espero en mi fantasía lunar y esperaré un poco más aunque mi corazón y mi cerebro sigan gritando que no vas a llegar por que más que la lógica, la realidad indica que no aparecerás, no hoy, y esperaré aún a aquél que sé no llegará,  porque mi alma te anhela y lo absurdo no me limita.  

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