¿Quién no ha sufrido que lo terminen con una excusa así de lo más tonta? ¿o de una forma de lo más desconsiderada? Mi post no es sobre los medios escogidos para ejecutar tan delicada tarea (en persona, teléfono, carta) sino sobre las excusas. Y me centraré en 3 =mas= de ellas, clásicas, todas falsas pero no por eso menos populares: 1. No eres tú, soy yo. No le creas ni madres, sí eres tú. Si fueras lo que él sueña o espera o cree merecer estaría buscando una soga para amarrarte y que no puedas irte. Si le parecieras la mujer más hermosa, inteligente, dulce, apasionada del mundo (o cualquier otra cualidad que a él le interese) estaría dando saltos de alegría por haberte encontrado, no estaría dándole la oportunidad a otro de quedarse contigo. 2. No estoy listo para una relación. Jajajajajajajajajaja esta me hace reír un poco más que la anterior. Puedes encontrarla también disfrazada de ‘sufrí mucho en el pasado y tengo miedo a intentarlo de nuevo’ o ‘tengo traumas’. Como bien me dijo una fuente de sabiduría masculina en el pasado ‘trauma mis pelotas, eso digo yo cuando no quiero nada más’ (¿ves que lo que me enseñas no se me olvida? =) enorgullécete de mí). Si un hombre te quiere de verdad y está loco por ti se dará la oportunidad contigo, y más bien sabrá valorar la suerte de haberte encontrado después de haber tenido una mala experiencia. 3. Seamos amigos. Ups! Esa debe de haber causado innumerables corto circuitos en las conexiones eléctricas de los cerebros femeninos a lo largo de la historia. Generalmente la dicen cuando: a) se quisieron acostar contigo y no lo consiguieron y ya no quieren echarle ganas al asunto y mejor lo intentan con otra b) se quisieron acostar contigo y sí lo consiguieron y

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