Uno de esos días...
Ayer fue uno de esos días jodidos en los que recuerdas que si ya vuelas bajo, siempre puedes caer un poquito más. No hay de otra, para esas pequeñas heridas del alma nada como una malteada casera de chocolate bien frio (reteartos carbohidratos juntos) y un sueño reparador. =mas= Hoy para empezar el día, como colofón a mi rachita, tuve que tragarme mi orgullo, soberbia y arrogancia a cucharadas y ponerme una levita de humildad, ni pedo, yo le atoro!, ya paso el mal rato y ahora tengo que apurarme para sacar todos mis pendientes porque para la tarde todo habrá de estar mejor y nuevamente me volveré a envestir de orgullo con una tímida sonrisa de cinismo ante la vida. Que tengan buen martes pollos, aquí sigue nublado, aunque ya sin lluvia. Escuchando: Yeah Yeah Yeahs – Fever to tell Einyel
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