Anoche...
Anoche le pedí a la lluvia que lavara mis heridas. Enjugué mis lágrimas con el manto de la noche copada de lluvia. Para quedar libre de penas, bañé mi cuerpo con el agua que cayó del cielo. Y las gotas que rodaban por mi pecho, se mezclaban con la sal de aquellos tus besos. Anoche la lluvia hizo curación en mi, ya mis penas no son las de ayer. Con esa agua bendita que envolví mi cuerpo, te fuiste derramando de mi vaso. Mi alma, vasija cuarteada en la que habitabas, te dejó salir, de ti se vació. Hoy ya no pienso en ti como antes, Ahora eres una quebradura más
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Me siento Optimista.
Escuchando: La música de mi mente: Amor fascíname - Alejandra Avalos