Flotar. Lo que paresca ser.
Esto no es volar y tiene que tener nombre. Me gusta “flotar”, aunque sea bien distinto de flotar de muertito o de perrito, porque no hay que mover nada ni ponerse como tabla preocupada de que no se hundan los pies o de que se meta el agua por las narices. “Flotar”, así solita, está bien. Se parece a volar, pero no es lo mismo. Otros niños y niñas también saben volar, pero yo de flotar nunca había oído. A veces platicamos en secreto de volar, de cómo le hacemos y de lo bonito que se siente. Cada quien vuela un poquito distinto, y no sabemos decir bien bien cómo se le hace, cómo se empieza; igual que tratar de explicar cómo
Hay 365 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse
Me siento Triste.