Destino
Esa mañana mi empleado llego corriendo del mercado con una cara como si hubiese visto a la muerte…había visto a la muerte. Apenas pudiendo articula palabras me conto que mientras hacia las compras se había encontrado de frente con ella, sus cuencas vacías y su fas descarnada se alcanzaba a aprecias debajo del velo. Pareció que nadie salvo el se percato de ello y sin pensarlo salió disparo dejándola tras de si
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