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SUPERBOWL XLV: ANÀLISIS Y PRONÒSTICO

imagen Desde hace ya bastantes años, el Superbowl ha trascendido de ser un simple evento deportivo, para convertirse en parte de la cultura norteamericana, pues es muchísimo más que la disputa del título de una liga profesional, en poco menos que un día feriado en los Estados Unidos. No hay sector de la sociedad norteamericana que sea indiferente a este evento, e incluso la Casa Blanca está al pendiente del mismo, como de ninguna otra final de cualquier otro deporte o evento deportivo profesional. Sin importar quiénes sean los protagonistas, un Superbowl siempre acaparará la atención y los reflectores de nuestros vecinos del norte, sean o no aficionados al deporte de las tackleadas. =mas= No es para menos: el futbol americano profesional se ha convertido en mucho más que una simple afición para muchos en E. U. e incluso fuera de su país de origen. Claro: hay imbéciles que sólo piensan en términos pamboleros, y se atreven a decir que “ya no le gusta, porque se está volviendo muy comercial”. (Semejante barbaridad la dijo el imbécil de Gerardo Vazquez de León, un estúpido que no sabe hablar de otra cosa que no sea el primitivo futbol soccer… y ni siquiera eso lo hace bien…). Una noticia para los que piensan que el Superbowl se ha “pervertido” en aras del mercantilismo: desde su nacimiento, la NFL fue concebida como UN NEGOCIO. Pero, para que el negocio funcione, hay que tener contentos a todos: jugadores, dueños, y desde luego, a la afición. En esta liga no se trata sólo de hacer billetes y aprovecharse del candor del respetable: ante todo, hay amor por lo que se hace, un deseo legítimo de agradar al público, y muchísimo más que hacer billetes a diestro y siniestro. Mucho podrían aprender otras liguitas, que prefieren enconcharse y mandar a su afición al circo, si quieren espectáculo, en aras de conservar el billete con el mínimo esfuerzo. Pero bueno… Sin embargo, el Superdomingo no siempre fue el Gran Evento que es el día de hoy: la primera edición, que disputaron los Empacadores de Green Bay y los Jefes de Kansas City, se llevó a cabo como un partido que enfrentaba a los Campeones de las dos ligas profesionales de aquel entonces: la joven e innovadora AFL, que le estaba comiendo el mercado a su contraparte, la Poderosa NFL. Como era de esperarse, la antigua y dominante NFL, representada por los Empacadores, le dio un repaso a los jóvenes Jefes en aquella primera edición, repitiéndole la dosis a los Raiders de Oakland, en la segunda edición del Superbowl. Pese a todo, la edición III del Supertazón fue decisiva para su posicionamiento como el fenómeno deportivo-cultural que es hoy en día: los poderosos Potros de Baltimore enfrentarían a los jóvenes Jets de Nueva York y su carismático QB, Joe Namath. Acostumbrados al dominio de la NFL sobre su contraparte, los expertos daban como amplios favoritos a los de Baltimore, incluso a sabiendas de la lesión de su gran estrella, Johnny Unitas. Durante una conferencia de prensa, mientras Namath tomaba la palabra, se escuchó desde el fondo de la sala de prensa un grito: “¡Hey, Namath! ¡Les vamos a patear el culo…!”. La frustración y el enojo de Namath fueron tales, que sólo atinó a responder con una declaración que sería leyenda en los anales de este deporte: El impetuoso pasador garantizó que sus Jets ganarían el juego, declaración que la gran mayoría tomó a broma, pero que se convirtió en una increíble realidad el día del juego. Ni siquiera Unitas, maestro de los regresos de último minuto, y leyenda de la NFL, fue capaz de regresar y hacer tragar sus palabras a Namath. Una leyenda nació ese día,  y el Superbowl comenzaba a convertirse en escenario de personajes y hazañas que al día de hoy, muchos recordamos como ejemplo de tenacidad, disciplina y coraje. En el Superbowl, hemos sido testigos a lo largo de los años de cualquier cantidad de historias. Hay incluso nombres que son sinónimo de Superbowl, como Montana, Staubach, o Rice. Otros legendarios jugadores nunca tuvieron la posibilidad de ganar el Trofeo Vince Lombardi, como el Gran Dan Marino, o el increíble Fran Tarkenton. Sin embargo, todo jugador que llega a esta liga, sueña con por lo menos, jugar en el último partido de la temporada. Sólo unos pocos lo lograrán, y todavía menos, serán capaces de repetir la hazaña en toda su vida. En años recientes, hemos sido testigos de grandes partidos para coronar la temporada. Ha habido grandes sorpresas, como aquellos Gigantes que frustraron la temporada perfecta de Brady y sus Patriotas en el 2007; o bien a los Santos “sorprendiendo” a unos sobrados Potros de Indianápolis hace apenas un año. Sin embargo, esta edición es muy especial, pues ninguno de los dos protagonistas ha sido dominante con sus rivales, ni durante la temporada regular, ni en los playoffs; pese a ello, están en el Juego Grande con toda justicia y méritos propios. Green Bay es marcado como favorito por dos puntos, (la menor diferencia que recuerdo en por lo menos 10 años), y muy probablemente porque administrativamente son locales; pero la verdad es que no se ve una clara superioridad de un equipo por encima del otro. De hecho, Green Bay y Pittsburgh son equipos muy similares, y cualquiera podría llevarse el título a casa. Pero, basándonos en el siguiente análisis, cada quièn puede sacar sus propias conclusiones. Asì que… ¿Ya tienen su favorito para este domingo…? SUPERBOWL 2011: EMPACADORES VS ACEREROS ESTADIO DE LOS VAQUEROS, ARLINGTON, TEXAS. 17:00 HRS (TIEMPO DEL CENTRO DE MÈXICO) TRANSMISIÒN: TELEVISA, CANAL 5 TV AZTECA, CANAL 7 Desde hace mucho tiempo no tenìamos rivales tan parejos protagonizando un Superbowl. Ambas franquicias batallan para someter a sus rivales, pero terminan por salir adelante en la mayoría de las ocasiones, y

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