caballo
Cada mañana bostezas, amenazas al despertador y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol, mínima tregua en el bar, café con dos de azúcar y croissant, el metro huele a podrido, carne de cañón y soledad. Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal, ¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar? Cuando la ciudad pinte sus labios de neón subirás en mi caballo de cartón. Me podrán robar tus días... tus noches no. Que buena
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Me siento Melancólico.