Querido diario.     Hoy por la mañana, iba yo en el bus directo al trabajo con los ojos cerrados disfrutando de una buena sesión de rock alternativo y pensando en lo bella que es la vida, cuando de repente me percate que el espacio que ocupaban mis pompas se reducía violentamente y me sentía comprimido contra la pared del autobús.   Abrí los ojos espantado para ver que ocurría y vi a un wey pasadito de rodada que se había sentado junto a mi…pasadito????, jijo de la chingada!!, ocupaba tres cuartas partes de los dos asientos, además el cabrón no se sentó delicadamente, se aventó!!!...un wey???, nooo!!! alguna hechicera le dio vida a un rotoplas y haciendo gala de humor negro le puso una playera gris. Me pregunto si le habrán cobrado boleto de pasaje o flete. Conocerá la ley de la Física que dice que dos cuerpos no pueden ocupar un lugar al mismo tempo? =mas=   Cerré los ojos e intente ignorar el hecho, pero no pude, me sentía muy incomodo, neta, apretado contra la pared y pensé, “si se accidenta de nuevo el bus?, si se voltea del lado que vengo????...ya valí madres!! y no por la zangoloteada, nomas que ese cabresto me caiga encima, hasta ahí llego. Aquí ni el Chapulín Colorado podría defenderme, si le da una pastilla de chikitolina lo mas que podría reducirlo seria a mi tamaño”   Me puse a platicar con mi amiguita chuper-amiguita cinéfila, melómana, cómica, mágica, musical y emo sobre el hecho, pero la verdad es que me empecé a malvibrar. Hago una hora con 20 minutos al trabajo, solo esperaba que se bajara pronto, pero cuando paso una hora si me malhumore, no se diga cuando estaba a punto de bajarme, seguía sintiéndome insignificante y apachurrado. Ya se que muchos dirán que soy mal pedo y que la chingada, pero neto que es muy incomodo sentir que alguien invade tu espacio mínimo vital, pero weno, ya llegue y me he desparramado en mi asiento feliz.   Nota mental 1: Debo dejar de comer pan, es necesario tener cabida en

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