no fue un adios, fue un hasta luego
Te fuiste de mi lado. En silencio fue tu partida. Mi corazón se ha desangrado por tan súbita despedida. Tu espíritu luchador a la vida se aferraba. Más Dios, desesperado, a su lado te llamaba. En ángel te has convertido. Velando por nosotros estás. Aguardando que se cumpla la cita de reunirnos en la eternidad. Sin embargo, me parece tan lejos… Quisiera ahora poderte abrazar. Te busco, te llamo.
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