La Venganza, el valor por naturaleza
La venganza no es un capricho, es una pasión que, como las demás pasiones, ayuda a vivir y a morir. Es un deber tribal cuya razón de ser es fomentar el respeto a la tribu, a la familia, a la nación... La venganza, no perdamos la perspectiva, es un deber de los deudos para con el ultrajado. Siempre es un tercero el que tiene el deber de vengar. El problema siempre ha sido cómo detener el círculo vicioso de la venganza. Porque cierto es que ésta se instituyó para frenar y disuadir al agresor. Ahora bien, la venganza que lo único que consigue es estimularlo, acaba yendo contra su propio objetivo. Por eso la civilización ha ido poniendo freno a la venganza (empezó Moisés instituyendo las ciudades de asilo para los homicidios involuntarios), hasta ponerla finalmente en manos de los jueces, que son los llamados a
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Me siento Abrumado.
Escuchando: Nirvana - Smell like teen Spirit