Pues mi amigo Jorge es un buen tipo. Estudió y terminó ingeniería aquí en mi país, y a pesar que podía haber hecho su carrera en Perú decidió ser un inmigrante más y se fue a EEUU. Allí durante los últimos 9 años trabajó muy duro para estudiar en la universidad  y sobre todo para hacerse con la residencia, ya que sus padres son residentes de ese país.   Pero mi amigo Jorge cuando se fue no se llevó todo. De hecho dejó su corazón aquí: Cuando estuvo trabajando en la compañía conoció a una chica, unos años mas joven que él a la cual llamaremos Alicia, por decirle de alguna manera.  =mas= Pues Alicia era la típica chica de 21 años  dulce, bonita, delgada y soñadora. Jorge, que para esto, ya trabajaba como ingeniero, fue su novio y estuvieron juntos hasta que él se fue a los EEUU y aunque a pesar de los consejos de los amigos  que le decíamos que se fuera sin dejar ataduras en Perú, el decidió terminar la relación amorosa con la chica, pero igual jurarle amor eterno (¿acaso eso existe?)   Bien, la chica se fue del trabajo meses después que mi amigo Jorge se fuera a EEUU y volvió hace un tiempo, como mas o menos un año. Y volvió con la novedad que tenía un anillo de compromiso en el dedo, el mismo que jorge le había dado en su última visita a Lima.   No hablé mucho con Alicia en este año, solo un par de veces y casi nunca de temas privados aunque siempre me llegaron rumores que ella salía a divertirse con la gente de la fábrica (todos ellos mucho mas jóvenes que yo) pero traté de no escucharlos por que la verdad creía que ella respetaba a mi amigo a la distancia y lo que ese noviazgo significaba.   Pues bien, el día sábado en la noche me encontré a Jorge en el MSN. Lo saludé y le pregunté cuando se iba a casar, y el me respondió algo que no se me ha borrado de la mente: “ ya  no voy a casarme con ella ni ahora ni mañana ni nunca. Me cansé de sus mentiras y que juegue conmigo”.   Evidentemente ante esa respuesta preferí quedarme callado y no preguntar nada más hasta  el día de ayer que lo volví a ver en el MSN.  Le pregunté, con mucho cuidado y tacto eso si, acerca de cual había sido el detonante de esa ruptura y lo que me contó debería de aparecer en las crónicas selectas de la mas grandes putadas que le

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