Sobre mi mesa hay una foto suya en la que se ve como un niño desnutrido: amarillento, flaco y asustado. Los días pasados esta imagen me amenazaba como recriminándome con sus ojos fijos y los hombros encogidos, retando mi fortaleza y la inminencia de la decisión. Me intriga que la ruptura haya sido tan DIY (Do It Yourself). Un monólogo precoz y autocensurado, bastante alejado de mis pretensiones, una larga lista de me largo, un respiro y estaba todo negociado, paradójicamente negociado como al principio porque justo así empezó nuestra empresa de papel reciclado. Yo misma me asusté de haberlo dicho todo tan pronto y

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