El ser humano necesita dormir para recuperar las fuerzas perdidas durante la actividad del día, el cuerpo reposa, pero la mente sigue en actividad por medio de los sueños; cuando soñamos, nuestro cerebro organiza y analiza lo que considera importante y muchas veces se resuelven problemas y enigmas durante un sueño. =mas= De esta manera, el químico alemán Friederich A. Kekulé, encontró la forma de cómo se acomodaban los átomos del Benceno. Durante su sueño, los átomos jugueteaban y bailaban frente a sus ojos, formando pequeñas serpientes, de pronto, una de ellas mordió su propia cola, y giro dando vueltas graciosamente. Como por una iluminación, se despertó el científico: La serpiente le había revelado la forma en que se disponían los átomos del benceno. La estructura era un anillo cerrado. En su laboratorio, Kekulé desarrolló y dibujó la estructura del benceno y gracias a ese descubrimiento, se dio un enorme impulso a la química orgánica, hoy base de la industria del colorante sintético, el desarrollo de nuevos fármacos, como la sulfamida y la aspirina, productos industriales como la gasolina de

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