Una vida privilegiada.
El camino al trabajo fue perfecto. Las calles y la lluvia fueron solo míos. A pesar de saber que solo los estupidos y los esclavos trabajamos en un día de asueto, Decidí darle buena cara a este 20 de noviembre de secuestro. Maldito mi profesionalismo y mi ética, Por ellos estoy aquí, entre 4 paredes, con un café que yace frío , tal como la frialdad que mi escritorio evoca(creo que pretendía no verme hoy). Afuera hay
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Me siento Indignado.