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¿Quieres una golosina?

*¿Una golosina?* En la década del sesenta, Walter Mischel llevó a cabo desde la Universidad de Stanford una investigación con preescolares de cuatro años de edad, a los que planteaba un sencillo dilema: "Ahora debo marcharme y regresaré dentro de veinte minutos. Si quieres, puedes comerte esta golosina, pero si esperas a que yo vuelva, te daré dos." Aquel dilema resultó ser un auténtico desafío para los niños de esa edad. Se planteaba en ellos un fuerte debate interior: la lucha entre el impulso por comer la golosina y el deseo de contenerse para lograr más adelante un objetivo mejor. Era una lucha entre el deseo primario y el autocontrol, entre la gratificación y su demora. Una lucha de indudable trascendencia en la vida de cualquier persona, pues no puede olvidarse que tal vez no exista habilidad emocional más esencial que la capacidad de resistir el impulso. Este es el fundamento de cualquier tipo de autocontrol emocional, puesto que toda emoción supone un deseo de actuar y es evidente que no siempre ese deseo será "oportuno". El caso es que Mischel llevó a

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Escuchando: Luis Eduardo Aute y Silvio Rodríguez - Te doy una canción

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