Como decía un escritor: realmente nunca estuvieron. Creímos que eran nuestros, nunca lo fueron, cuántas veces prometimos amor eterno que finalmente nunca cumplimos. Con cuanta facilidad salen las palabras cuando nos enamoramos, aunque en realidad a veces ni siquiera es lo que pensamos. Vamos por la vida, dando promesas eternas, que te amaré hasta la muerte, que siempre te querré, que envejeceré a tu lado y jamás faltaré! Con cuanta facilidad hablamos, que gran manera de expresarnos, sin saber la carga emocional que cada que abrimos la boca emanamos, por eso hoy el tema que abordamos: “Todos mis abandonos son sanados” Hagamos una retrospectiva como en mis anteriores articulos acerca de todos nuestros amores pasados, comencemos desde el momento en que dejamos el vientre materno para salir a este mundo, después pensemos en aquella maestra de kinder o primaria que nos dolió dejarla….pasemos a ese pollito o perrito que tanto quisimos y que se volvió nuestro confidente en todos los momentos de dolor donde nadie nos escuchaba, conforme fuimos creciendo nos encontramos con la perdida

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