EL CONEJITO DE LA LUNA
Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar. =mas=“¿Que estás comiendo?” le preguntó.
Hay 261 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse
Me siento "X".
Escuchando: NINGUNA