IRONIAS DE UNA DIOSACaminando sola en la obscuridad, con uñas afiladas desgarrando la pared del cielo me he permitido una boca con sabor a sangre y miel... No hay murmullos en el aire, encerré las voces en el lecho frío de mi alma.No dejaré salir al sol, porque mi luna esta celosa del cuerpo mortal que ahora me pertenece en la tierra... sacrificaré a las mariposas como ofrenda a este amor callado que grita en silencio por amarme. Le regalare algunas letras envueltas en un manto mortuorio para que no puedan respirar...Levantaré en guerra al mar para ahogar sus miradas en otra mortal. Y si aún grita que me ama, tragaré todas sus creencias, degustaré de su cuerpo en mi mejor banquete celestial.Arrancaré su alma para que ame a esta diosa etterna e inmortal.INOCENCIANo regresó... No hay más amuletos mágicos de esta tierra extraña... Mis rituales se quedaron en un rincón... Polvo de siglos que cubren los sagrados momentos de reflexión; reflexiones reales de una botella color sangre que bebo mientras cierro los ojos frente al mar.Rocas extrañas y tambores lejanos me invitan a no irme jamás. Hojas envueltas en papel que me pierden por momentos en los golpes de la olas que revientan mis pensamientos que elevados a ese amor me envuelven cual caricia dormida de mi fría luna...Serena paz, inocente, casi inexistente, que en cada beso suave, los tambores se enamoran más.Fuego lejano que en su tibia travesía

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