Hoy tengo dos cosas que publicar. La primera la están leyendo. La segunda... la olvidé pero ya mañana la retomo... mientras entreténganse con esto :D Cuando era peque (de edad, porque de estatura sigo siéndolo) recuerdo haberme enfermado del estómago. No es que lo hiciera sólo esa vez, sino que esa vez me quedó muy grabada en la mente. Antes de mi enfermedad, yo acompañaba a mi mamá, tías o abuelita a la tienda de la Sección 36 me parece. Era la tienda de los sindicalizados de PEMEX pero pues, al igual que tiendas ISSTE e IMSS, esa estaba abierta al público. La cosa es, que en esas idas a la tienda de los petroleros, siempre pasábamos por el área de juguetería y a mi me encantaba detenerme a ver una muñeca en especial. Era una reproducción de una bebé rubia, sonrosada y de ojos azules. Con su pelito artificial en corte tipo principito y ay que mona! se hacia del baño si le dabas de comer!! además de llorar para que le dieras su biberón. Muñecas de

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