Tuve que alejarme de casa por segunda vez, escapar y tratar de reconstruir lo que queda de mí, porque no queda de otra, porque quizá aún no es tiempo de dejar de respirar. No me arrepiento de haber huido del confort de una familia y la atención desmenuzada de alguien que en realidad me ama, pero no quería tener ese enorme vacio en el estómago.=mas= Hoy después de quince días de ausencia, vuelvo a tratar de ordenar mi cabeza y sacar todo lo que tengo, por medio del correr de las letras, es lo que mejor hago cuando estoy tan confundida, cuando no me quedan ganas de seguir aletargada entre sueños, o tirada en el balcón de algún hotel en la ciudad del mar. Aquí donde empezó todo, donde me vine a refugiar para olvidarme de un amor, aquí, en el mismo cuarto del otro día, vuelvo a

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