Cuando pensamos en la Revolución Industrial, nos han programado para pensar en el progreso. Si vemos un poco más detenidamente este "progreso" vemos también que la miseria, el desempleo, la ignorancia, fueron factores acentuados por la producción en masa que necesitaba cada vez menos mano de obra (barata o cara) y más máquinas y energéticos. (Los resultados son muchos y muy diversos: un decreciente mercado laboral, un adelanto en las ciencias, en la investigación pura y aplicada, contaminación que nos está acercando a velocidades vertiginosas a la autodestrucción, etc. Pero ese no es el tema de mi post...). Cuando la acumulación se volvía más importante que cualquier cosa, incluyendo la humanidad misma (es decir, "no me importa tu vida, si destruyéndola YO tendré MÁS), la insensibilidad llegaba a niveles que nos acercaban más al salvajismo que alejarnos de él. En el siglo XIX, la literatura se interesaba en el sufrimiento humano. Se describió el sufrimiento de los obreros y sus hijos en minas y campos, y de esta manera lo hizo visible ante la sociedad burguesa, despertando conciencias. Los relatos de Dickens fueron determinantes para aumentar en

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